LEJÍA NATURAL

La lejía, es un buen aliado de la limpieza

Desinfectar es pensar de forma automática en la lejía, es un potente producto que ha demostrado acabar con los malos olores, manchas y bacterias. De acuerdo a la Organización de los Consumidores y Usuarios de España, hay que usarla después de una cuidadosa limpieza y si hay sospechas de una bacterias en superficies, por ejemplo si en casa habita una persona con resfriado u otras dolencias.

Antes de aplicarla se debe eliminar bien la suciedad con agua y jabón, no es lo mismo limpiar que desinfectar y a continuación entonces se aplica la lejía, y respetando siempre las dosis, o sea unas gotas o medio vaso por cada dos litros de agua. Se diluye en agua fría , porque en líquidos calientes el cloro se evapora y pierde sus propiedades desinfectantes.

¿Cómo hacer lejía casera?

Si realmente quieres un producto que realice la acción de la lejía pero sin su toxicidad, para eliminar manchas, blanquear y desengrasar, aquí tienes una receta rápida para hacer un desinfectante ecológico casero ,mucho más amigable para tu ropa

Hay personas que tienen alergias y reacciones a los productos químicos que contiene la lejía en esos casos, siempre bien saber, que hay otras opciones alternativas en el mercado como es la existencia de lejía natural ( no contiene perfume y se puede crear con productos muy baratos.)

Composición:

1/4 Taza de zumo de limón.

1 taza bicarbonato

1 taza de vinagre de vino blanco.

10 gotas de aceite de eucalipto

1 taza de jabón de Marsella.

sal

PROPIEDADES:

JUGO DE LIMÓN:  sirve para desengrasar y desodorizar, y es muy útil para limpiar los espejos y abrillantar el bronce y cobre. Además, la corteza del limón en la lavadora actúa similar a la lejía y al suavizante.

VINAGRE BLANCO: sirve como descalcificador, desinfectante y desengrasante. Si lo mezclas con agua caliente puede servirte para limpiar encimeras, cristales y azulejos, así como  para abrillantar suelos y prevenir la formación de moho. La mejor opción para la limpieza es comprarlo concentrado, al 8%. Lo podéis encontrar en los supermercados.

SAL DE MESA: para desinfectar y frotar/restregar.

BICARBONATO SÓDICO: muy útil para frotar/restregar, desodorizar, suavizar telas y limpiar fregaderos, azulejos, mármoles y manchas de alfombras y ropa. También actúa como desatascador en combinación con el vinagre.

JABON MARSELLA: El jabón de Marsella (conocido como Sabon de Marselha ) es un jabón tradicional a base de aceites vegetales fabricado en la zona Marsella (Francia), estando registrada su venta por primera vez alrededor del año 1370. En 1688 Luis XVI, mediante el edicto de Colbert, introdujo regulaciones para limitar el uso del nombre de Savon de Marseille a los jabones fabricados en el área de Marsella, a partir sólo de aceite de oliva​. Hoy en día esta ley sigue en pie, aunque la normativa permite ahora que se utilicen otros aceites vegetales.

ACEITE DE ÁRBOL DE TÉ: Su potencia antibacteriana hace del aceite de Árbol de té un producto muy adecuado para la desinfección de cualquier superficie y, muy en especial, de los cuartos de baño. Para aprovechar estas cualidades solo habrá que mezclarlo con agua. Usa preferiblemente una botella tipo espray y aplica la mezcla en el inodoro, los suelos o cualquier área que quieras limpiar de manera natural.

Preparación:

Poner todos los ingredientes en una jarra y mezclar con una cuchara de madera. Perfecto para el tratamiento de manchas difíciles, desinfecta la ropa y desinfecta suelos, azulejos y vajillas. Es completamente biodegradable.

Referencia:

Ingredientes tóxicos en los productos de limpieza. Breast Cáncer Action Montreal

Household Products Database

Enviroment and Hentage