Si estás tratando de llevar una vida más tranquila, menos desordenada y menos estresante, salir a caminar es una fantástica manera de comenzar a lograr tu objetivo. De acuerdo con la revista Medicine and Science in Sports and Excercise, caminar reduce el riesgo de sufrir cualquier enfermedad crónica. Desde el dolor de las articulaciones, a los problemas cardíacos y vasculares, pasando por la obesidad, el estrés o la depresión.
Dar un relajado paseo tiene un gran número de beneficios para tu cuerpo y para tu mente como veremos a continuación. Y lo mejor es que se trata de una actividad que cualquiera puede hacer y que cualquiera puede encajar en su rutina.
No es necesario caminar largos recorridos para empezar a notar grandes cambios en tu vida. Basta con intentar un poco más cada día para ir notando una diferencia sustancial en tu estado físico y anímico de forma progresiva.
Salir a caminar es sin lugar a dudas una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud. Es una forma suave y de bajo impacto de hacer ejercicio, que te ayudará a quemar calorías y a mantener un ritmo cardíaco adecuado.
Si tu actividad diaria es especialmente sedentaria ( muy común en nuestros días ) es aún más importante si cabe plantearse algún tipo de ejercicio físico, y pasear puede ser esa actividad complementaria que estás buscando.
BENEFICIOS DE ANDAR PARA LA SALUD
La lista podría ser mucho más extensa, pero estos son los beneficios que puedes obtener de caminar a diario y con suficiente velocidad.
- Fortalece el corazón. Caminar a paso ligero durante media hora reduce la presión arterial y reduce el riesgo de sufrir un infarto en un 27%.
- Controla el peso. Se consumen calorías y se producen cambios a nivel metábolico. El efecto es proporcional a la velocidad.
- Conserva la memoria. Previene la degeneración del hipocampo, zona de cerebro relacionada con la memoria y el aprendizaje. Reduce hasta un 40% el riesgo de sufrir enfermedades neurológicas.
- Huesos más resistentes. Se fortalecen ( se fijan los minerales que los componen) con cada paso que das. Las articulaciones también se benefician.
- Tonifica los músculos. Las piernas se tornean y se fortalecen los glúteos, los músculos de la espalda, el abdomen y los brazos. Es un ejercicio completo.
- Mejora el humor. Se segregan endorfinas que producen euforia. Cuanto más intenso es el ejercicio, más potente es el efecto.
- Reduce el azúcar. Una breve caminata después de cada comida reduce el riesgo de sufrir diabetes.
- Estimula la inmunidad. Hacer ejercicio en el otoño o en el invierno te protege frente a resfriados y gripes.
- Favorece el sueño. Sobre todo si corres cada día al aire libre a primera hora de la mañana.
- ! Alarga la vida! Una caminata diaria alarga la vida una media de !siete años! según la Universidad de Saarland (Alemania).
Cuando caminas se activa en el cerebro el llamado modo automático. Se trata de una serie de áreas del cerebro que cobran vida cuando no tenemos focalizada la atención en alguna cosa en particular. EL uso de esta red en modo automático permite al cerebro recuperarse de la fatiga y el cansancio y le ayuda a encontrar ideas creativas. Puede decirse que se produce un efecto similar al que obtenemos con la meditación.
Este efecto se acentúa si caminamos en zonas tranquilas o espacios naturales. Los estudios demuestran que la simple presencia de vegetación es suficiente para ayudarnos a bajar el ritmo cardíaco y para transmitir cierta sensación de calma.
- Aumenta la resiliencia
- Un tiempo para pensar
- Gestionar las emociones
- tiempo de espera y descanso
- Mejora el humor y el estrés
Aunque correr está muy de moda, muchos profesionales de la salud prefieren que caminemos, sobre todo si no gozamos de una condición física excelente. Caminar exige menos a las articulaciones, pero si se hace a buen ritmo produce todos los beneficios de una actividad aeróbica.
Y no te hace falta una equipación especial, aparte de un buen calzado. Para cada desplazamiento que debas realizar, valora si puedes hacerlo caminando en lugar de utilizar un medio de transporte.
Elige bien el calzado, y si es necesario utiliza plantillas
Es importante elegir un calzado que sea adecuado. Estos son los secretos de un buen calzado que respete las necesidades de tus pies:
- Dedos: precisan de por lo menos 5 mm de espacio dentro del zapato para evitar ampollas, durezas y deformaciones.
- Planta: El calzado debe ser flexible para permitir el movimiento natural del pie. De lo contrario se producirán tensiones y compensaciones dolorosas
- Talón: es la zona que recibe mayor impacto. Intenta que sea suave y evita calzado con más de 12 mm de desnivel. Puede ser una buena idea ponerse unas plantillas con amortiguación en esta zona. Las encontrarás aquí:
- Arco. Esta región del pie es su amortiguador natural. Conviene que en la plantilla el arco esté marcado y sea estable.
- Tendón de Aquiles: puede sufrir si la altura del talón es inferior a 8 mm.